miércoles, 19 de marzo de 2014

LAS BURBUJAS EN EL FLAN



No sé si exista un postre con tantos adeptos, quizá para algunos que  no soportan el sabor de la leche  les resulte no muy agradable.

Es dulce pero no demasiado, cremoso, suave, delicado, frío, con esa textura sedosa y ese color dorado increíble, es ese tipo de postres que puedes repetir una y otra vez, además sumamente versátil ya que puede ser clásico o aromatizado con café, chocolate, coco, piel de limón, de naranja,  combinarse con frutas, nueces, ponérsele crema batida, dulce de leche,  en su interior media lunas o almojábanas,  etc.
En mi familia creo que no hay otro postre que amen más y sí, a ellos como a mucha gente les gusta más con burbujas de aire en su interior!

Técnicamente un flan es una preparación dulce, hecha al baño de maría a base de leche y huevos, debe quedar cremoso pero estable y completamente liso, con un caramelo dorado en la superficie.
Pues bien, en lo personal, de nuevo como chef y comensal lo prefiero ligeramente distinto y es aquí donde con todo el respeto hacia mi  profesión, a  mis maestros y colegas, me tomo el atrevimiento de separarme un poco de la técnica para lograr un postre sencillamente espectacular y me atrevo a decir que sin  tener nada muy extraño o diferente no ha habido nadie que lo haya probado al que no le salga un mmm…o esa clásica volteada de ojos que revela el placer indescriptible de comer algo que te resulta delicioso o esa sonrisa de satisfacción, así como esos comentarios de: delicioso, increíble, buenísimo, espectacular, ganador, campeón ¿hay más?...

No sé exactamente porqué un flan debe ser según la técnica completamente liso, no he encontrado ningún referente que diga el porqué, asumo que así se hizo y así se difundió y aquí es donde yo difiero de la técnica, creo que eventualmente nos podemos dar ese permiso en aras de hacer algo más sabroso a la vista y obviamente al paladar.

Quizá el por qué debe ser liso entre otras cosas es porque lograrlo no es tan sencillo, se debe mezclar con mucho cuidado y delicadeza para evitar incorporar aire que en la cocción se traducirá en esas lindas burbujas, pero sinceramente un flan liso a mi me parece de "caja", visualmente es mucho más atractivo que tenga esos huequitos en los que en ocasiones se mete algo de caramelo lo que resulta delicioso y este es otro punto en el que difiero, el caramelo apenas dorado  resulta muy dulce, empalagoso y creo  que genera un riquísimo contraste en el paladar cuando se logra un dorado bien intenso (no quemado), pero que le dé un toquecito amargo,  lo que lo convierte en un postre suave para nada hostigante  y ni hablar del aspecto visual que finalmente es lo que te invita a probar y genera esa sensación de antojo, ver esos  colores que van desde el crema al dorado intenso,  esa textura sedosa con esos huequitos lo hace elegante, sencillo y absolutamente irresistible.

Imagen tomada de Internet

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