lunes, 9 de junio de 2014

SI LA VIDA TE DA LIMONES...

Estoy segura que casi todo el mundo ha escuchado al menos una  vez: "Si la vida te da limones, haz limonada!", frase que aplicamos en la vida diaria para decir ¡recibe con alegría lo que te de la vida porque aunque parezca ácido o amargo siempre le puedes encontrar la vuelta para que sea una oportunidad, para que sea algo bueno!...



Frase que vino a mi mente el dia que estaba lavando unos limones que me regalaron con gran generosidad en Necochea, limones del árbol del jardín de la casa, no de cultivo especializado, ni comprados en súpermercado o verdulería.

Llegó a  mi mente porque fue un regalo, muy útil por cierto, no sólo porque desde niña amo el limón o Lima como le llaman en muchos otros lugares, sino porque como cocinera y amante de la pastelería lo encuentro delicioso, vital para muchas preparaciones y entre otras cosas porque hoy por hoy por temas de salud debo consumirlo diariamente.

Con curiosidad me di cuenta que no había uno igual a otro, grandes, extra grandes, chicos, medianos, rugosos, lisos, bonitos, feos, amarillos, verdes, diferentes, para nada perfectos, para nada parecidos a estos que vemos en el súpermercado, en el que son todos muy similares, grandotes, brillantes, con su piel lisa o rugosa pero casi impecable y ahí pienso en un tema que gracias a mi médica empecé a contemplar realmente, cultivos transgénicos... poco  conocemos de ellos, algo sabía, desde luego en la clase de materias primas y de nutrición nos hablaron que estos eran alimentos genéticamente modificados para ser aparentemente mejores, más grandes, coloridos, brillantes, perfectos, peeeero... quizá comprometiendo su verdadera naturaleza y sus beneficios.

Hay estudios científicos muy serios al respecto y quizá aún no conozacamos 100% el impacto de estos a la salud, pero por algo quienes sí lo conocen un poco promueven hoy por hoy los cultivos orgánicos, las mini huertas en casa etc.

Sin el ánimo de fanatizar, ni satanizar todo lo que comemos, creo que estamos llegando a niveles en los que hacemos que la ciencia y la tecnología juegue más del lado de la productividad, de los bolsillos llenos y de las apariencias, sin entender lo que veladamente le están haciendo a nuestra salud y a nuestro cuerpo, hace mucho pienso que nos dedicamos a alargar la espectativa de vida, más no su calidad, quizá estemos haciendo lo mismo con lo que comemos, con lo que nos hacemos, etc.

La invitación sólo es una, nada en este universo increíble es perfecto, así que quizá la próxima vez que vea en el súpermercado un montón de manzanas rojas intensas, brillantes, perfectas y de un tamaño insualmente grande, dude, depronto esa que sale en la finca de su amigo o la que le venden en la verdulería de la esquina más chica, irregular y no tan "perfecta" no sólo sea más sabrosa si no aún  más natural y saludable, quizá por apariencia, productividad y durabilidad estamos dejando a un lado la salud, lo natural, lo que realmente somos y lo que realmente nos brinda la naturaleza.